Conductores con celular, tan peligrosos como los ebrios

Las personas que hablan por teléfono celular mientras conducen, aún cuando utilizan los dispositivos de "manos libres," son tan peligrosas como los conductores borrachos, según señalaron investigadores.


Los especialistas utilizaron un dispositivo de simulación de manejo para llevar adelante su estudio, publicado en la edición del verano boreal 2006 de Human Factors, la revista de la Sociedad de Factores Humanos y Ergonómicos.


"Si los legisladores realmente quieren controlar la distracción de los conductores, deberían considerar prohibirles el uso de teléfonos celulares mientras manejan," dijo Frank Drews, profesor asistente de Psicología de la Universidad de Utah, quien trabajó en el estudio.


Los científicos estudiaron a 40 voluntarios que utilizaron un simulador para conducir en cuatro situaciones diferentes: una vez sin distracciones, otra usando un celular manual, luego con un "manos libres" y, por último, estando con un 0,08 por ciento de alcohol en la sangre.


Ese nivel de alcohol en el organismo es el promedio legal permitido en Estados Unidos, después de tomar vodka con jugo de naranja.


Tres de los participantes golpearon la parte trasera de los automóviles que el simulador mostraba frente a ellos. Todos estaban hablando por celular y uno, además, estaba alcoholizado, explicó el equipo de especialistas.


Los conductores que hablaban con sus teléfonos móviles, tanto de manera manual como utilizando los dispositivos para liberar sus manos, manejaban sus vehículos más lentamente, eran un 9 por ciento más lentos para pisar los frenos y variaban la velocidad más que los conductores sin distracciones.


Quienes conducían con un 0,08 por ciento de alcohol en la sangre eran un poco más lentos que los usuarios de celulares y quienes no disponían de distracciones, e incluso manejaban de manera más agresiva.


"Conducir mientras se habla por teléfono móvil es tan malo o podría ser peor que manejar borracho," dijo Drews, quien manifestó que el alcohol está involucrado en el 40 por ciento de los 42.000 accidentes de tránsito que se registran cada año en Estados Unidos.


Al igual que muchas personas que han estado tomando alcohol, los usuarios de teléfonos celulares no creían que pudieran verse perjudicados, revelaron los investigadores.